Aldea del Rey vivió un inolvidable momento de poesía y música en la explanada del histórico Palacio de la Clavería, con la fusión de los poemas de “Palabras a la muerte”, “Palabras a la libertad” y “Las sandalias del forastero”, aderezado con el buen hacer de la Escuela Municipal de Música “Felipe Ruiz”, que hicieron de la entrega del premio ‘Valentín Villalón’, del IV Certamen Nacional de Poesía de Aldea del Rey, una irrepetible noche estival con un amplio número de poetas llegados de todos los rincones de la provincia de Ciudad Real y el vate catalán, José Luis García Herrera, haciendo las delicias del numeroso público allí congregado.
El acto, conducido por la concejal de Cultura, Araceli Valbuena Cofrade, y coordinado por el poeta solanero, Luis Díaz-Cacho Campillo, se iniciaba con la intervención de la edil de Cultura, quien recordó que el premio ‘Valentín Villalón’ fue una apuesta personal, en el año 2019, del entonces concejal de Cultura y actual alcalde la localidad, Cándido Barba Ruedas, quien en su intervención y tras los reglamentarios agradecimientos, tuvo palabras de recuerdo para el poeta que da nombre al premio del Certamen Nacional de Poesía de Aldea del Rey, precisamente la entrega de un ramo de flores, a las hijas del poeta aldeano y las emotivas palabras de una de ellas, marco el momento de más emoción del acto.
‘Poesía en Palacio’ contó con la presencia de Antonia Piqueras Jiménez, Charo Bernal Celestino, Diana Rodrigo Ruiz, Eloísa Pardo Castro, Eusebio Loro, Francisco Jesús López Sánchez, Jesús Lara Serrano, Luis Díaz-Cacho Campillo, Luis Romero de Ávila Prieto, Marciano Sánchez Cabanillas, María José Redondo Sánchez-Migallón (Mayu), María Antonia García de León, María del Carmen Matute Rodero, Natividad Cepeda, Nieves Fernández, Ramón Aguirre, Ramón María Díaz-Cacho Díaz-Albo, Teresa Sánchez Laguna y Vicky Ciudad, poetas llegados de todos los rincones de la provincia de Ciudad Real.
El numeroso público congregado en la explanada del histórico Palacio de la Clavería, vibró con la fusión de los recitales poéticos ‘Palabras a la muerte’ y ‘Palabras a la libertad’, la lectura de los poemas del premio ‘Valentín Villalón’, del IV Certamen Nacional de Poesía de Aldea del Rey, “Las sandalias del forastero”, del poeta catalán, José Luis García Herrera, y el buen hacer de la Escuela Municipal de Música “Felipe Ruiz”, de la que el alcalde dijo que, “Aldea del Rey puede sentirse muy orgullosa de tener una de las Escuelas de Música de referencia, que desde hace años es uno de los activos culturales más importantes de nuestra localidad”.
Premio ‘Valentín Villalón’
Como apuesta personal de Cándido Barba, en el año 2019, se instauró el premio ‘Valentín Villalón’, creándose el Certamen Nacional de Poesía de Aldea del Rey, con el apoyo de la Diputación Provincial de Ciudad Real, algo que el alcalde espera que “siga sucediendo en las próximas ediciones”, y la colaboración del Grupo Oretania, para ambos el primer edil tuvo palabras de reconocimiento y agradecimiento.
Un certamen cultural, con proyección de futuro y que apuesta por la poesía de calidad, como así lo demuestran los premios entregados hasta el momento, el primero de ellos fue para Jaime Fernández Bartolomé (Amado Storni) por “En el diván de Jacques Lacán”; en la segunda convocatoria del certamen, el premio lo obtuvo Manuel Luque Tapia por “Adolescencia”; en la edición del pasado año le correspondió a Yose Álvarez-Mesa por “Limaduras de viento” y en esta ocasión ha sido para José Luis García Herrera, con “Las sandalias del forastero”, un poeta también largamente premiado en muchas ocasiones y con una gran cantidad de libros publicados.
José Luis García Herrera
El poeta catalán de ascendencia granadina, se demostró conocedor de algunos parajes ciudadrealeños y sus poetas, incluso a lo largo de su trayectoria poética ha trabado amistad con poetas de la tierra, como el argamasillero Vicente Cano y con miembros del Grupo Literario Guadiana, en cuya revista, MANXA, ha publicado una buena cantidad de trabajos, revista que sigue recibiendo.
Cabe decir que José Luis García Herrera, nació en Esplugues de Llobregat (Barcelona), además de poeta, es rapsoda, narrador y crítico literario. Entre otras cosas, dirigió la revista El Juglar y la luna, fue miembro directivo de la Academia Iberoamericana de Poesía en Barcelona y fundador de los premios literarios “Ciutat de Sant Andreu de la Barca”. También forma parte del grupo cultural Versikalia y ha publicado más de una treintena de libros de poesía. En el año 2008 comienza a escribir poesía en catalán y, desde entonces, escribe en ambas lenguas. Han traducido algunos de sus poemas al euskera, francés, inglés, esloveno, portugués, italiano y checo.
García Herrera, recibió su galardón de manos de la concejal de Cultura, Araceli Valbuena y del alcalde aldeano, Cándido Barba, para quienes tuvo palabras de agradecimiento “por crear este premio, por impulsar la poesía, por honrar la obra y la figura de un escritor local, que siempre es de agradecer”. También tuvo palabras de agradecimiento para el jurado que “había considerado que “Las sandalias del forastero” era la obra merecedora de este premio” y palabras de admiración hacía los poetas que le habían precedido, esperando “estar a su altura” en su intervención. En la que leyó algunos de los poemas que componen el libro editado por Ediciones C&G, la empresa editora del Grupo Oretania, entre ellos ‘Las sandalias del forastero’, que da título al libro.
Las sandalias del forastero
Como personas de paso por la vida, en cierto modo, todos somos forasteros, caminantes que trazamos una senda siguiendo la línea del corazón y del instinto. Con ese espíritu afronta el poeta José Luis García Herrera el poemario “Las sandalias del forastero”. Con un lenguaje cercano, pero a su vez, entrelazado de imágenes sorprendentes y paradojas; con una mirada anclada en la memoria; con la necesidad de hallarse las raíces y con la emoción de las etapas vividas que van quedando, indelebles, en el recuerdo. Los poemas nos invitan a reflexionar sobre el paso del tiempo, sobre el cambio, aunque pueda parecer imperceptible, en nuestra manera de ser y de sentir. Un poemario dividido en seis partes donde la esencia de vivir, el legado existencial de García Lorca, el deslumbramiento del amor, el eterno homenaje a la poesía, el deseo de dejar constancia de nuestro paso por la tierra… plasman el asombro de ser parte de este milagro de vivir. En nuestro caminar, en la esencia de nuestro paso efímero, las sandalias simbolizan la humildad de la existencia, ese ir “ligero de equipaje” que escribiera Antonio Machado. Ese espíritu del forastero que desea ser de un lugar y, a su vez, ser de todas partes.
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